Este año, la Sala Miguel Covarrubias ofrece 5 propuestas diversas: Nada  estreno de Teatro al Vacío, obra infantil que toca los sentimientos, emociones y necesidad de contención de niños y adultos. Renovación, el programa del TCUNAM, con 3 obras de estreno. La Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM (DAJU) presenta Remixes, una exploración de las transformaciones escénicas más allá de lo convencional, en una  apuesta por discursos dancísticos liminales.

Tereza Hradilková (República Checa) explora elementos biográficos con el el cuerpo, música y palabra en Swish; y para cerrar el día,+45 (España) proyecto de Sebastián García Ferro que convoca a pensar en el tránsito por la madurez, en una puesta en escena que involucra a 50 voluntarios de más de 40 años.

"La NADA viene y te encuentra en cualquier momento.

Puede tomar diferentes formas, es como una nube que llega y te cubre, entonces está por todas partes. Parece que no hay nadie más y las cosas ya no son como antes.

Tal vez no soy el único y tú la sientas también. "

NADA es una propuesta escénica de José Agüero, Adrián Hernández y Mauricio Ascencio para niñes a partir de 3 años y sus familias.

El Taller Coreográfico de la UNAM celebra el DID19 con su programa Renovación, en el que presenta los estrenos de tres coreógrafas con una propuesta de innovación y modernidad para la agrupación universitaria. Sarah Matry-Guerre nos ofrece 11 Seen, una danza sobre la teoría de las cuerdas; Olga Rodríguez recrea al personaje bíblico en La sulamita; mientras que Yazmín Barragán elige la música del francés Maurice Ravel para presentarnos La migration de l’amour, una pieza en torno al amor.

Se conforma por tres coreografías que descontextualiza y reorganiza elementos de una totalidad específica, enfatizando algunos aspectos y sobreponiéndolos a otros; todo lo cual desarrolla un discurso que amplía y varía sus sentidos, en sus diversas lógicas.

Para Remixes invitamos a tres coreógrafos: Julia Barrios, Nicolás Poggi y Nadia Lartigue.

Tereza Hradilková encontró la inspiración de este reto físicamente demandante, sin duda, que es Swish, trabajando en la realización del filme de danza Beating. Fascinada por la facilidad con las que los boxeadores saltan la cuerda, el ritmo y la interacción de sus manos y pies, ella comenzó a explorar en sus propios límites. Saltar la cuerda es más que un simple juego de niños; también simboliza ambición, deseo de mostrarse, autosuperación.

“¿Saltas sobre ti mismo, rebasas tus límites, o estás atrapado en un círculo constante del que no puedes escapar?”

Transitar por la madurez puede ser un arte. Esto lo cuentan algunos bailarines profesionales, pero también los voluntarios que, quizás como ustedes mismos y nosotros, caminan hacia la vejez... mientras se esfuerzan en disfrutar del viaje. Tenemos una noticia que darles: el reloj de su existencia avanza sin cesar y no parece dispuesto a detenerse; así que su destino, si tienen suerte, es hacerse cada día más mayores y, posiblemente, más sabios.

Y es que, como decía Schopenhauer en uno de sus aforismos, "Los primeros 40 años de la vida nos dan el texto y los 30 siguientes, el comentario".